miércoles, 4 de junio de 2014

Celebración del 21 de junio de 2014 – Reiki por la Tierra, por ti. Tiende un puente de gratitud hacia este nuevo ciclo.


El Reiki es un puente hacia una consciencia ampliada de lo que somos. Somos las células de un organismo inmenso llamado Tierra, somos por tanto una unidad viva y activa de un horizonte que rebasa muchas veces lo que la lógica y la razón pueden aprehender y entender sobre el misterio de la vida.


Conectarnos con los movimientos celestes y cósmicos ha sido, desde tiempos ancestrales, la forma más potente de evidenciar que somos parte de un todo, misterioso, inabarcable, un Todo que a su vez posee, en medio del caos, ritmos y formas que nos sirven de señales para movernos en mayor armonía. Como células de un gran organismo requerimos un norte y el Sol como la Luna definen un ritmo para la vida en la tierra, definen los ciclos de nacimiento, de muerte, de cambio, no sólo en la naturaleza, en la flora y en la fauna, sino también en nosotros como parte esencial de ella, no más ni menos importantes que cualquier otro elemento vivo dentro del gran ecosistema terrestre.

Queremos invitarte a vivir conscientemente los ciclos de cambio de la Madre Natura, para que los giros en tu vida interna estén en mayor sintonía con la realidad de la naturaleza y sus coordenadas cósmicas.

El 21 de junio de 2014 – Encuentro de Reiki por la Tierra, por ti, por todos.
 El 21 de junio es el día más largo del año, el sol se encuentra muy cerca de la tierra y la abriga con su fulgor de renovación. Para el pueblo AYMARA, abuelos ancestrales del sur de América descendientes de la gran civilización Tihuanaco,  el 21 de junio representa la gran fiesta del "Retorno del sol" o Willka Kuti. Para ellos es el primer día del año y conjura el inicio de la NUEVA SIEMBRA, se dice que el sol está de nuevo cerca para impulsar el nacimiento de otro ciclo. En el hemisferio norte esto se da con la llegada del verano conocido como el Solsticio de Verano, mientras en el hemisferio sur se da el Solsticio de invierno, una suerte de expansión y recogimiento al unísono y en integración para la tierra.

¿Qué ocurre en este nuevo ciclo y qué podemos recibir en conexión con la luna llena del 12 de junio?

Este 2014 continuamos consolidando nuestras raíces en una nueva dimensión de amor y consciencia. Tras el 21 de diciembre de 2012, día que fue reconocido por gran parte de la humanidad como un enorme portal de cambio en la consciencia planetaria, se han removido los esquemas mentales y la relación con nuestro cuerpo, ha surgido la necesidad de construir una SALUD integral e integradora, así como relaciones humanas cimentadas en lo veraz del amor esencial, más allá de lo ideológico, lo cultural, lo aprendido y lo heredado, más allá del EGO y más cerca al CORAZÓN.
El sol y su latido, sus tormentas cíclicas, sus cambios atmosféricos, son un compás activo, atento y de impulso para el cambio que como humanidad vivimos. No se trata sólo de un agente astronómico más: el Sol, al ser el centro de nuestro sistema, es también una suerte de juglar que canta y pregona unos movimientos de dimensiones cósmicas, en conexión con el gran sol central de esta galaxia, en sincronía con la FUENTE de amor que sustenta la vida en cada universo.
Los temblores del “orden mundial”, el evidente cambio climático, los cada vez más inoperantes esquemas políticos, hacen parte del llamado a una renovación estructural en las formas de vida humana, una renovación colectiva que se gesta y se construye desde lo que hacemos como individuos.
Congregarnos entorno al poder creador de la naturaleza y en conexión con ese gran corazón de fuego, llamado SOL, es una forma simbólica y genuina de congregarnos entorno al AMOR UNIVERSAL. 


De forma complementaria, la luna llena del 12 de junio, permitirá que ese influjo protector y maternal asociado a ella, armonice las mareas de la emocionalidad y la susceptibilidad que por estos tiempos se agitan en nosotros. Estos niveles de emocionalidad e irritabilidad, no son más que la expresión herida de lo que pudiese llegar a ser una RECEPTIVIDAD sana y serena del amor y de la vida, con sus cambios y abismos, de forma fluida y por tanto sensible sí, más no doliente, ni en desequilibrio y cansancio.
Tras un mayo de revisiones profundas acerca de lo que culturalmente se ha puesto en los estereotipos de lo femenino, incluso de lo “curativo”, y del papel del sanador y/o terapeuta, a propósito de las celebraciones del día de la Madre, de lo que significa ser hijo, ser hija, ser padre, ser madre, ser cuidador de la vida; llega junio y este hermoso evento cósmico de cada mitad de año, que nos invita a mirarnos desde adentro en el uso y en el flujo de nuestras emociones. No al azar, esta luna llena de junio es la luna del signo de Cáncer, ancestralmente asociado al vigor de la madre, su sentido protector, su conexión con la luna y por tanto, al delicado y a veces vertiginoso cambio en el mundo acuoso de nuestras emociones.

La gratitud es un gesto desde el corazón que armoniza nuestro espíritu, nos ubica en el lugar del hijo, hijo de la Vida, hijos que con humildad nos reconocemos sustentados por un padre y una madre universal.

Acompáñanos en nuestro encuentro del próximo 21 de junio, compartamos nuestras experiencias sobre el Reiki como un servicio a través de la ENERGÍA DE AMOR UNIVERSAL. Trae tu GRATITUD ante la gran madre VIDA y el padre SOL, agradezcamos por lo recibido aún en medio de las arduas y a veces dolorosas transformaciones de este tiempo y dispongámonos a co-crear con el universo un nuevo ciclo de cosechas, claridades y aprendizajes al servicio de nuestras propias vidas y por tanto, al servicio de nuestra amada TIERRA.



Si te interesa acompañarnos puedes escribirnos al correo reiki.aymaluz@gmail.com, están invitados reikistas y también personas que aunque no lo sean estén interesados en el Reiki como un puente terapéutico de amor, integración y servicio.

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