miércoles, 3 de junio de 2015

MUDRA DE LA DECISIÓN

NAGA MUDRA - Dedicado a la gran Diosa de la Serpiente, símbolo de la transformación, la sabiduría, la astucia y el poder de decidir en medio del cambio.





Así como la serpiente cambia de piel, así la vida se nos presenta hoy como una invitación ineludible a la TRANSFORMACIÓN. Dejar nuestra vieja piel atrás implica salirnos del molde que nos ha sido común, que creemos "somos" y que muchas veces no es más que una IDENTIDAD transitoria, construida a partir de las experiencias de nuestra historia personal, más o menos placenteras, más o menos asimiladas, de las heridas y de los logros vividos en ese  ESTAR AQUÍ. 

Muchas veces la vida nos invita a mutar de roles, a trascender las acostumbradas posturas y "poses emocionales" que asumimos en los vínculos, en las relaciones, en pareja, en familia o de cara a esa sol-edad íntima y desnuda ante el espejo. Se trata quizá, de estar atentos en cada DECISIÓN, de acoger la oportunidad de ampliar nuestra visión de nosotros mismos y de nuestra realidad y abrirnos al cambio. Es quizá esa visión ampliada de la VIDA, que reconoce la MUERTE (el cambio permanente),  lo que nos permita tomar DECISIONES desde un lugar más sereno y claro, con un granangular en nuestro lente cotidiano, captando un espectro más amplio de los acontecimientos vitales y de cada coyuntura o contingencia que se presenta en el día a día.

Hoy nos deseo: Fluidez, CLARIDAD y armonía en medio de cada DECISIÓN!


Práctica: 
Es importante que siempre busquemos tomar decisiones claras, por difícil que parezca. Forma el mudra y mantenlo durante algunos segundos delante de tu frente y luego delante el pecho. Observa tu respiración e intenta alcanzar un nivel de tranquilidad. Permítete decidir desde tu interior,  haz tu pregunta y deja que llegue la respuesta, así no sea de forma inmediata y confia en el resultado, recordando que siempre somos asistidos desde niveles superiores por la sabiduría suprema de la vida.*

En la postura deja que la mano izquierda elevada en dirección al cielo sea abrazada por la mano derecha ubicada en la horizontalidad representando la tierra, el  pulgar de la mano derecha toca la palma, llegando hasta la base del índice y el dedo medio, mientras el pulgar de la mano izquierda lo presiona suavemente consolidando ese abrazo integrador del gesto.

Decreto:
Decido con la cabeza clara y el corazón benevolente.

*(Basado en: Mudras para Cuerpo, Mente y Espíritu de Gertrud Hirschi. Gaia Ediciones)

Ana Lucia Acosta B.
Maestra y terapeuta REIKI