viernes, 6 de marzo de 2015

MUDRA del mes: Consuelo, en la quietud del alma

"Cada cosa, por muchas que haya,
retorna a su raíz.
El regreso a la raíz significa calma.
La calma significa encomendarse al destino"

Entregarse al destino significa eternidad,
Conocer la eternidad significa claridad"

TAO TE KING


 MUDRA DEL CONSUELO o mudra del orador
(Granthitam)

En este mes la invitación que nos hace el texto: Mudras, para cuerpo, mente y espíritu de Gertrud Hirschi (Ed. Gaia), nos convoca a reconocer el poder equilibrador inherente al silencio que habita en tu ser, en ese jardín entre tu mente y tu corazón.

La palabra consuelo, resuena con la palabra compasión, ese arte de acompasar tu corazón con el del otro, pero de manera especial con tu propio latir, con tu ritmo interno. Deseo que los movimientos vitales de tu alma y de tu cuerpo, estén acompasados con la PAZ de ese lugar sereno y silencioso dónde yacen todas las respuestas, esa fuente de luz y de vida que palpita en ti.

La respiración, en concreto la exhalación, nos recuerda el acto curativo de soltar, el hecho de dejar las cosas tal como están, entre tanto la vida te señala tu lugar, tu acción, tu expresión justa y creativa en los momentos de dificultad. Esta posición de manos, más que un gesto de súplica a algo externo, es por el contrario un gesto de recogimiento y disposición a escuchar las respuestas internas protegiéndote del ruido de eso que parecen ser las respuestas afuera. 

PRÁCTICA:
Ten muy presente que las puntas de tus dedos estén en contacto con los dorsos de las manos. Y recuerda que la unión entre el índice y el pulgar, simbolizan la conexión entre la consciencia cósmica y la humana.
"Deshazte de todo lo que te suponga una carga y ríndete a la consciencia universal. Reconoce tu conexión con el cosmos: ve una figura luminosa que te escucha, consuela y apoya"1 Ese ser, eres tú mismo, conectado con el amor, libre del miedo y de la visión fragmentaria en la que nos sume el conflicto. 

Basta con que repirtas la posición y el decreto del  3 a 5 minutos al día. Respira conscientemente observando como entra y sale el aire de tu cuerpo, observa como te llena y te limpia el KI universal, esa fuerza vital llenándote de paz y consuelo, mientras te dices desde tu Ser:

"En la exquisita quietud de mi alma
encuentro consuelo y alivio"2

1 - 2 Tomado textual de Mudras, para cuerpo mente y espíritu. Un curso de Yoga para tener a mano. Gertrud Hirschi. Ed. GAIA.




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