jueves, 25 de mayo de 2017

Parir /Partir: Mayo y la danza de la MADRE.

Ilustración: Susan Seddon Boulet.


PARIR - PARTIR 

Sobre aquella fuerza que se presenta de forma precisa, 
justa en su danza, 
preciosa en su ofrenda de liberación y aprendizaje, 
NACIMIENTO y MUERTE. 

Ofrendo este espacio radial, en donde en compañía del médico y terapeuta neural, Jorge Gómez Calle, especialista en el tema del Duelo , comparto el tejido de mi trasegar como Comunicadora social para la Salud y cómo a través del REIKI he encontrado una forma de acompañar en el gestar, el nacer y el morir, en esos procesos de cambio y transición donde cuerpo y alma conversan profundamente; misterios sobre los que me declaro una constante APRENDIZ.

En sincronicidad con lo que representa culturalmente el mes de mayo en torno a la madre y sus manifestaciones en la naturaleza misma de la vida, ofrecemos esta "ventana audible", para asomarnos por un momento al camino de continua transformación de esto apenas intuimos: la espiral de la VIDA-MUERTE-VIDA.

                                 PROGRAMA 13 "Es probable que hoy muera"

Parir / Partir - Primera entrega
https://youtu.be/serTtn_SNzM

PROGRAMA 14 "Es probable que hoy muera"

Parir / Partir - Segunda entrega
https://youtu.be/0H3_bUV5hVU



Desde el corazón y deseando que resuene con el tuyo,


Ana Lucia Acosta B.
Maestra - Terapeuta Reiki
Comunicadora social U. de A
Doula - Acompañante pre-parto- parto y postparto

viernes, 24 de febrero de 2017

¿Sabemos tan poco del SEXO como de la MUERTE?

Imagen de los templos de Khajuraho en India, arte escultórico dedicado al erotismo - Dinastia Chandela (950-1050)

Me encuentro preparando un taller sobre TANTRA y sexualidad consciente, dirigido a jóvenes entre los 16 y los 22 años, y más allá de lo ambicioso que suena el propósito en sí, me ha resultado tremendamente paradójico, que se filtre una y otra vez el material y los conceptos que a la vez estoy explorando para otro Taller, éste sobre: El Reiki, la vida, la muerte y los duelos.

Y he llegado a la conclusión, algo súbita para algunos, algo obvia para otros, y todo un camino para asimilar,  de que para hablar de TANTRA y sexualidad consciente, es preciso hablar de la MUERTE, y que no puedo hablar de la MUERTE sin hablar de la experiencia vital  y corporal que básicamente hizo posible que llegáramos a la tierra: un encuentro sexual entre dos seres humanos.

Entonces, he decidido hurgar, zambullirme en el mar de información que estas preguntas me implican, y para no ahogarme en tales aguas, comenzaré por hablar un poco del manido y aún polémico SEXO, no de SEXUALIDAD, ni de TANTRA, de SEXO, no como la asignación sexual vía la biología, ni de otras enarboladas e idealizadas palabras, por más genuinas y precisas que sean en su origen. De sexo … como comúnmente se le llama a esta experiencia.


EL ORGASMO

Llamado también “La pequeña muerte” haciendo referencia al periodo refractario que vive el cuerpo humano tras la gran descarga neuromuscular de ese momento de máximo placer, ha sido motivo de investigación científica, de exploración poética, de diatribas y melodías, y en últimas quizá de persecución maníaca en la búsqueda de su experiencia.

Como periodo refractario se entiende en fisiología  “ese intervalo durante el cual es imposible desencadenar un segundo potencial de acción en una célula excitable”. Ese momento de desvanecimiento que lleva incluso a la pérdida momentánea de la consciencia, o a lo que muchos nombran como la experiencia de una estado alterado de la misma, es un instante de profunda entrega psíquica y física, que en su expresión más plena y gozosa, pareciera hoy más un mito literario o cinematográfico que una vivencia  al alcance del cuerpo y el sentir humano.

¿Cuánta entrega y renuncia, cuánta fluidez, cuánta agua, cuánto “no hacer” hay en esos momentos de placer? ¿Cuánto recuerdo de sí mismos y de la totalidad que nos circunda misteriosa, hay en ese olvido momentáneo del check list cotidiano? 

Resulta difícil entregarse al cuerpo cuando en el amarnos hay tanta mente, tanta vigilancia y control del otro y de sí mismos. Como también resulta algo árida e insípida tal entrega, cuando sólo es posible como una rutina bajo el efecto de sustancias, drogas, desinhibidores o estimulantes que parecen soltar las amarras tantas veces no para encontrarnos sino para perdernos en cada encuentro.

En la insana comparación a la que se exponen nuestros cuerpo en la escena cultural y mediática vigente, juicios y estereotipos sobre hombres y mujeres hacen del terreno sobre el cual nos deslizamos para ir “a la cama”, una carretera destapada, con unos cuantos huecos que más parecen agujeros negros en el alma de los individuos “amantes”.

Y aparecen ciertos recursos publicitarios no siempre efectivos

Un estudio de la Universidad de Central Lancashire y la Universidad de Leeds, en Inglaterra, señaló que: el 80% de las mujeres fingen orgasmos con cierto hábito. En España superan el 60% y de 13 mil mujeres latinoamericanas encuestadas el 54% dice haber hecho creer a sus parejas haber tenido un orgasmo sin que ocurriera. La pregunta que me surge es: ¿Saben las encuestadas, qué es y cómo se siente un momento pletórico de placer o sencillamente ni siquiera saben cómo identificarlo, propiciarlo y disfrutarlo?

Es así como, por iniciativa del concejal brasileño Arimateio Dantas -que quería compensar las "deudas sexuales" de su mujer, aparece en el año 2006, el día mundial del Orgasmo femenino, celebrado el 8 de agosto para apostarle públicamente a sacar del clóset un tema pleno de estereotipos y esquemas.

Responsabilizar al otro del placer sexual del propio cuerpo, puede ser parte de la falacia cuando hablamos del coito, especialmente si hay desconexión profunda de los ritmos emocionales y corporales. Por otro lado, partir de la noción del orgasmo como un asunto asociado meramente a la penetración, es comenzar perdiendo, especialmente cuando ciertos sensores de máxima excitación no suelen estar dentro de la vágina. Pero dejemos esto para otro momento, en donde quizá podamos explorar el tema de la ruta del placer en la fisiología femenina.



Postergamos esta experiencia humana de placer y encuentro que implica los cinco sentidos en el conexión presente, mientras nos fugamos en el anhelo de cuerpos ideales, momentos ideales, la economía ideal, los hijos ideales, los esposos y esposas ideales, las vulvas ideales, los penes ideales, y es tanta la idea en el idealizar que, se idiotiza al cuerpo en la experiencia física, que sucumbe a los estribos estrictos de nuestras rígidas mentes. Es así como se corre el riesgo de que aparezca un remedo de encuentro sexual, un rito mecánico para quemar calorías, una actividad gimnástica, en un “hagamos como si nos quisiéramos” que poco tiene que ver con eso que líricamente hemos nombrado como “hacer el amor”.

Imagen alusiva a la integración danzante del dios del hinduismo Shiva, asociado a la destrucción y la renovación, y la diosa madre o Shakti. Vida y muerte creando en su encuentro.

NO SE CONTROLA LA VIDA COMO NO SE CONTROLA LA MUERTE,
se asiste a ella, se vive,  se propicia, mientras nos acontece, viene y nos despierta.

Cuando hay tanto por “cuidar” y vigilar, tanto miedo incrustado en las relaciones humanas, en las humanas pruebas de un sobrevivir que dista del vivir, resulta difícil hallar un buen lecho para la salud mental y física, que propicie el placer sexual y erótico (con presencia de Eros, de Amor).

Se disipa entonces, tanto la vida como las pequeñas muertes que tanto aliento traerían a la existencia, a causa de la carencia de tiempo para degustar el alimento, tiempo para respirar, para mirar a los ojos, para abrazar, para escuchar nuestros propios deseos tanto como los del otro, para dolernos con lo que se siente perdido, para llorar a nuestros muertos, los nidos vacíos, para transitar un postparto o aceptar la pérdida de un empleo.

En la exigencia de “records” en la elaboración de los duelos, en las premuras para asimilar las despedidas de los lugares, escenas y relaciones de las que nos hemos ido. En esos afanes, se diluye tanto la vida como los dulces placeres, que con sus estertores nos recuerdan el milagro de habitar un cuerpo y a la vez sabernos mucho más que piel.

Tanto para un grato y satisfactorio encuentro sexual como para la elaboración de un dolor tras una muerte. Es preciso el ejercitar cotidianamente, un soltar, un no hacer, un apagar, un cerrar, un desconectarnos de las pantallas, para encender y abrir otras ventanas, un morir al mundo un momento para nacer al encuentro de sí mismos y con el otro. 



Como la MUERTE, la SABIDURÍA CORPORAL es
invisible a los ojos  y a la vez,
siempre presente
siempre palpable,

“Uno de los efectos esenciales de la muerte celular, o apoptosis, es la eliminación de las células mutadas antes de que puedan replicarse y comenzar a formar tumores. La muerte celular la desencadenan las mitocondrias. Si el ADN de una célula está dañado por una mutación (en la mayoría de los casos, por más de una), puede que las mitocondrias de esa célula no cumplan su función como es debido. La célula dañada sigue viviendo y reproduciéndose, alimentada por promotores biológicos tales como el exceso de estrógenos (en las mujeres) o la glucosa y las grasas trans” dando lugar a lo que llamamos cáncer.

Aquello a lo que más tememos, ese soltar, ese renunciar, ese morir cada día, así cómo ese morir de forma definitiva a un hábito, a una relación, a una forma de ver y ser, es lo que en el universo celular entrega vida, energía y renovación a nuestro cuerpo.

La muerte, si, la muerte tan necesaria como tan temida ella, es el germen de la vida..  Un organismo, una estructura mental, una personalidad, una “persona”, una máscara que no está dispuesta a cambiar, a morir, a reinventarse, puede reproducir de manera indiscriminada esquemas repetitivos de comportamiento, relaciones, empleos, negocios, hijos e hijas, bajo un patrón de caos, dolor, enfermedad, bajo un mismo patrón inconsciente que podríamos llamar tóxico.


Incluso, ella, la Muerte, entrega el impulso vital requerido para partir de este cuerpo físico, para MORIR y trascender en libertad a otra instancia de vida, que por invisible que parezca a nuestros ojos no quiere decir que sea inexistente e inaccesible. El momento de lucidez y alivio común a muchos seres antes de morir, la común expresión de “se alivió para morirse”,  habla de cómo vida y muerte conversan permanentemente. Una requiere de la otra, se alimentan, se abrazan y se aman mutuamente.

Perseguir de forma obsesiva LA VIDA FELIZ tanto en el “discurso terapéutico”, en la "oferta espiritual”, en el práctica religiosa como en la cotidianidad del hogar, es tan inútil como perseguir la MUERTE FELIZ.  Una como otra duele y también son susceptibles de gozo, porque ambas transforman.

Abrazar la vida como la muerte en medio del desconcierto que ambas nos generan, entendiendo que quizá, asistimos a formas de vivir como de morir, no mejores ni peores, sólo más o menos conscientes, vidas y muertes más o menos fluidas, con mayor o menor resistencia, con más o menos sufrimiento, con mayor o menor acompañamiento, con más o menos dignidad. Ninguna ideal, ninguna perfecta, todas únicas.

Entonces, del modo en cómo nos relacionamos con el cuerpo y las emociones que lo habitan, amasamos amorosa y conscientemente la materia prima para el momento de esa gran alquimia llamada MUERTE, ese paso de lo denso a lo sutil.

Las muertes ideales no existen, todas duelen en algún nivel. A veces quién viaja ha muerto de tantas formas en vida, en cada cambio vivido en gratitud y fluidez, que su último soltar es sereno. Eso puede alivianar en cierta medida el dolor de quienes quedan, pero no lo impide en su totalidad, pues el despertar de consciencia ante la vida como ante la muerte, es una experiencia individual.

Temer por tanto al dolor creyendo que así se le evita, y evitar el placer por miedo a perderlo o a  perder el control al entregarnos a sus brazos,  no es más que entrar en una parálisis del movimiento vital, que anquilosa y replica de manera indiscriminada, generación tras generación, una herida de rabia, frustración y enfermedad, una herida de inconsciencia, en donde pareciera ser que la VIDA es víctima de la MUERTE victimaria, y la SALVACIÓN es controlar, es detentar poder sobre nuestros cuerpos, en una asepsia inútil, pues el cuerpo expresa bellamente en su carácter finito, el infinito  mar de la sabiduría cíclica que rige este como tantos universos.

Próstatas inflamadas, miomatosis uterina, endometriosis, lesiones cervicales, tumores y hernias inguinales, ovarios poliquísticos, disfunción eréctil, deseo sexual hipoactivo, hablamos de diagnósticos una y otra vez, olvidando los seres humanos detrás de ellos, un colectivo de linajes enteros que a través del cuerpo expresa un dolor que ha aprendido al resistirse al flujo de la vida y su energía cambiante, transformadora, placentera



Por:
Ana Lucia Acosta B.
Maestra y terapeuta Reiki

Ahora un poco de poesía, un deleite también:


Pienso en tu sexo




"Pienso en tu sexo.


Simplificado el corazón, pienso en tu sexo,


ante el hijar maduro del día.


Palpo el botón de dicha, está en sazón.




Y muere un sentimiento antiguo


degenerado en seso.


Pienso en tu sexo, surco más prolífico

y armonioso que el vientre de la sombra,

aunque la muerte concibe y pare

de Dios mismo.




Oh Conciencia,

pienso, si, en el bruto libre

que goza donde quiere, donde puede.

Oh escándalo de miel de los crepúsculos.




Oh estruendo mudo"

 Cesar Vallejo
La pequeña muerte 

No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele. 
Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace.


  Eduardo Galeano

viernes, 6 de enero de 2017

Estrés y sobrepeso: No fue la NAVIDAD, se llama ANSIEDAD


La artista, canal y terapeuta estadounidense Colette Baron - Reid en su libro Weigth Loss for People Who Feel Too Much  -Adelgazamiento para personas hipersensibles - Harmony, 2013 -, expresa cómo el asumir empáticamente el estrés emocional de quiénes nos rodean favorece el incremento del peso. Los factores estresores, el aumento del cortisol y la adrenalina en nuestra sangre, así como las dificultades pare conciliar el sueño, ralentizan nuestro metabolismo lo que conlleva a la acumulación de grasa especialmente a nivel abdominal.

Nos dejamos echar un cuento: Un cuento de Navidad


Quizá este texto sea un homenaje póstumo a la sensatez y parezca por tanto que llega tarde, sin embargo, nunca es tarde para observar conscientemente y a veces es mejor en retrospectiva, sin el candor del momento "navideño" en el cuerpo. 


La verdad, nos hemos dejado "echar un cuento", un cuento de repetición automática, como los estribillos de los villancicos mal cantados,  ¿es la NAVIDAD ES UN MOMENTO DE PAZ? pues no, casi nunca.  Y aunque de fondo la noción simbólica y energética profunda de ese momento del año sea esa, en nuestra cultura la noche de paz viene aderazada con una lista interminable de ingredientes de ansiedad. "Tengo qué" "debo" "necesito" "ahora o nunca" "este año sí" "y qué tal si no", imperativos que aluden a una salida del tiempo presente, inconsciente y por lo tanto de compulsión por la repetición, exigencias aprendidas y fomentadas interna y externamente por un sin fin de necesidades "creadas", leáse bien: creadas más no creativas.


Fortalecido el llamado cultural, insano y complaciente de que en este tiempo hay que: "DAR GUSTO Y EVITAR DISGUSTO"  aparece en hombres, mujeres y niños una suerte de silenciosos pero notorios estragos psíquicos, físicos y económicos. 


No nos mintamos, el cierre del año implica un duelo que puede ser consciente, gozoso y renovador, pero duelo es duelo y por las inclemencias de la aceleración en los tiempos cotidianos suele ser pesado, irritante y agotador. No hay tiempo para RESPIRAR, ni DESCANSAR, no hay tiempo para la pausa. Por el contrario, aparecen las demandas inflexibles de un sistema interno,  familiar y de consumo que se torna despiadado a la hora de solicitar los mayores "éxitos" en el regalo, el atinar a la mejor promoción, al mejor empaque y al mejor traje.


No hay inmunidad suficiente  y aunque todos los grupos poblacionales podemos encarnar con facilidad este "cuento de navidad",  somos las mujeres en todas las edades y estratos, quienes sin darnos cuenta o incluso dándonos cuenta, especialmente en estas épocas de nacimientos, renacimientos y alumbramientos mal entendidos, caemos con facilidad en el tejido estresor y constrictor, que aumenta los niveles de cortisol.


Pero ojo, los hombres no están invictos, observen también su nivel de vitalidad,  incluso observen el uso de su cinturón, hay mucho más que poner en cintura que la economía del hogar.


En su libro: Las Diosas nunca envejecen (Urano 2015), la ginecóloga y sanadora norteamericana, Cristiane Northrup, narra cómo tras una noche acompañando a un amigo en una sala de urgencias por un cuadro clínico indeterminado, tras una larga espera sin recibir atención oportuna, al día siguiente pesaba un kilo y medio más. Son las toxinas que produce nuestro cuerpo en mecanismos naturales de defensa ante situaciones adversas las que a la larga afectan más nuestro sistema corporal e inciden en el deterioro celular. "Cuando el cortisol y la adrenalina, se encuentran en número elevado en el organismo de manera crónica, debido al estrés físico o emocional constante, provocan la inflamación de las células, que es la causa principal de todas las enfermedades degenerativas crónicas, incluido el cáncer"


No es la hojuela, la natilla ni el buñuelo


Es la forma de relación con nuestras emociones y la digestión de las mismas lo que incide muchas veces en el sobrepeso. Se trata de la carga emocional puesta en todo ser humano desde su infancia y la demanda colectiva de complacer al otro y ser complacido y completado por el otro. ¿Cuántas riñas, suspiros y tensiones, a la hora de revisar presupuestos, listas de regalos, destinos de viaje o la decisión del lugar dónde pasar la noche buena o el año nuevo?, asuntos todos que por alguna sutil o estridente resonancia, terminan activando la herida de niños y niñas en el corazón de todo adulto. 


Es necesario ser acogidos, contenidos, abrazados más allá de la idealización cultural que nos invita a pretender abrazar al mundo entero, es decir, ser acogidos y aceptados por nosotros mismos. Más allá de la urgencia de "ser amados" por todos como todo un "dios humanado". Estas pretensiones inconscientes minan más la salud y el metabolismo, que unas buenas viandas en grata y sincera compañia, entregando desde el corazón, en amor y alegría lo que se ES, más que lo que se TIENE.


Basta de los mal llamados regordimientos, no fue la Navidad, se llama Ansiedad, es cultural, silenciosa y no respeta época del año. 


Démonos más noches buenas, días gratos, placeres conscientes y quizá de aquí al próximo diciembre algo nuevo realmente nazca, no sólo en nuestra visión, también en nuestros cuerpos, en nuestra salud y en la forma de relacionarnos.





ANA LUCIA ACOSTA B.

Maestra y Terapeuta Reiki
Comunicadora Social - Periodista

miércoles, 4 de enero de 2017

Las manos y el silencio - ¡Grato y fluido 2017 para todos!

"A MENUDO, LAS MANOS RESOLVERÁN UN MISTERIO CON EL QUE EL INTELECTO HA LUCHADO EN VANO"
C.G JUNG



Tras el cierre del año 2016, y en el nacimiento del 2017,  quizá lo que más nos queda del sabor de este ciclo  es una noción nueva  de las formas que tenemos a nuestra disposicón para andar esto que llamamos VIDA. Más que elegir un camino u otro, sea este ideológico,  filosófico, espiritual, es la disposición con la que caminamos la que define lo grato o ingrato en nuestras experiencias humanas. 

El REIKI nos ofrece un modo (uno de tantos) un lente, un instrumento que es parte y sistema a la vez, un apoyo que es raíz y alimento, aliento e inspiración,  no muleta.  Un puente que favorece niveles profundos de autoconocimiento a través de nuestras MANOS, como canales de expresión que nos recuerdan ser habitantes y pasajeros de un CUERPO. La oportunidad de acoger el CUERPO como ese vehículo cambiante y dinámico que sintetiza un poder de vida, una fuerza espiritual, un río ancestral que también es mar de misterios presentes y por venir. Un terreno  donde el sentir facilita el discernimiento, la toma de decisiones, la gestión de la salud y la adaptación al cambio.

El REIKI propicia un caminar hacia adentro mientras caminamos afuera, hallando un silencio que trae de fondo un sonido de respuestas. A veces sólo es posible el cese del parloteo intelectual, mental, errático del diálogo interno, a través de las actividades manuales, las prácticas a través de la manos o las labores corporales conscientes, para ser más exactos.   

No todo aquel que usa sus MANOS o ejercita su cuerpo se SILENCIA y ESCUCHA. No. No siempre. He ahí el poder de practicar, una y otra vez, de observar cotidianamente, casi con reverencia eso que acontece, ese ser receptivos, ese soltar la pregunta para hallar respuestas. 

En ese sentir se está y se ES, y de repente aflora, un estado particular, eso que los fisiólogos llaman respuesta de relajación,que es eso y mucho más, ese estado de profunda activación de la energía vital que facilita desde la regeneración celular hasta niveles  de mayor concentración, decisión y confianza en la acción.

Les deseo un feliz cierre de este ciclo solar,  feliz nacimiento en el corazón de una visión renovada , una visión que especialmente acepta que SOMOS mucho más de lo que vemos y entendemos, y que aún así, en el ejercicio humano y terapéutico, de vernos y entendernos muchas son las mutaciones que precisamos VIVIR, mucho lo que nace y mucho lo que muere. Muchos los cierres y muchos los inicios. 

Así, paso a paso, con ritmos únicos, cada uno con su "cadaunidad", y en servicio de la común - unidad, vamos encontrando raíces en una tierra que parece esquiva y que a la vez siempre ha estado ahí, no es una tierra prometida por tanto, pues yace bajo nuestros pies, al alcance de nuestras manos y palpita fuerte en el corazón, una tierra llamada AMOR.

AN'ANASHA - GRACIAS GRACIAS GRACIAS
¡Grato y fluido 2017 para todos!

ANA LUCIA 
Maestra REIKI

viernes, 9 de septiembre de 2016

De maestros, maestras y Maestrías. El portal 999 y el Nivel III de Reiki.


En un momento como hoy, en el que en la frecuencia del 9 nos asiste, en día, mes y año, nos invito a revisar lo que un número asociado a la consolidación de un proceso, a la gestación que da fruto, nos cuenta sobre nuestras vidas.

El ritmo y frecuencia del 9, narra el tiempo de un proceso celular y anímico profundo, de renovación de nuestra voluntad individual, para crear y orientar desde una visión más amplia este estar aquí y ahora, en la tierra.

Este número asociado al Maestro interno, al anciano sabio, al guardián del tiempo y los tesoros ocultos de la información del alma, nos invita a recordar y reconocernos como humanos, en una dimensión que integra pasado y futuro en el PRESENTE, alma-mente-cuerpo, inconsciente-consciente- supraconsciencia, padre-madre-hijo.

El Maestro y la Maestra, que cada uno de nosotros lleva en su corazón, logra integrar estos tres niveles en esta tercera dimensión, es el que se sabe niño, hombre y anciano y toma de cada rasgo lo que corresponde para su presente No se debate entre tiempos ni estados, tampoco entre seres, lugares, relaciones, sabe del carácter justo de lo que cada tiempo, como cada ser ofrenda a su paso. Es la frecuencia del tres veces tres, incorporándose, tomando cuerpo en nuestra cotidianidad humana.

Tomémonos un momento para honrar a los seres que han sido entrenadores, maestros y maestras en nuestra existencia, expresemos un silencioso GRACIAS desde el corazón, a cada ser a través del cual, de forma amorosa o incluso confusa y dolorosa, hayamos aprendido a lo largo de este viaje humano. Reconozcamos lo que padre y madre ofrendaron consciente e inconscientemente como esos primeros maestros de la vida, y acojamos grata y plenamente el hijo-hija que somos, en una matriz que nos nutre y orienta a través de la voz del corazón.

“A los Maestros y Maestras de mi vida, gracias,
A la Maestra- Maestro en mi, gracias,
A la Maestría de la vida-muerte-vida, siendo a través de mi, Gracias”


¿Qué significa tomar EL NIVEL III de REIKI y la Maestría?



La Maestría es una construcción, paulatina, lenta y constante, como la caída del agua que transforma, a su paso y con el tiempo, la roca en el lecho del río. Es también un acontecer, un suceder, un fluir ante las circunstancias vitales, mientras una voz interna se hace audible y guía en paciente observación el flujo incesante de la existencia.

Tomar el Nivel III de REIKI implica cerrar un ciclo de aprendizaje en un entrenamiento básico dentro de este sistema de sanación universal. Es importante tener presente que conocer  los 5 símbolos tradicionales del Reiki trasciende el nivel de memorización de unas imágenes y decretos puntuales, pues se trata de un encuentro con frecuencias vivas y de profundo poder transformador. Es por esto que cada curso de Reiki y cada iniciación, hacen parte de un movimiento vital para la persona, orquestado, casi coreográfico en donde en lo cotidiano suele revelarse una nueva verdad, un nuevo sentir, un despertar, un cambio. 

Como lo han podido notar casi todos aquellos que han pasado por los cursos anteriores, cada iniciación en Reiki conlleva una responsabilidad única y específica consigo mismos, en ese arte del acompañamiento íntimo en los procesos del alma, en la ardua y rica labor de "desvictimizarnos" ante la misteriosa existencia y sus múltiples aprendizajes.

El Maestro es quién sabe en primera instancia acompañarse a sí mismo en su camino, en su viaje, el Maestro es aquel que se sabe aprendiz y asume de forma resuelta un ir paso a paso. Es el apoyo constante de sus pies en la tierra de su realidad individual, lo que le permite ser apoyo para otros.

El Maestro interno como el Maestro afuera es a veces báculo y a veces brújula, nunca muleta. Sabe del valor de moverse como del valor de parar, ha corrido quizá muchas maratones y reconoce que de "las carreras no queda sino el cansancio", que en la vida como en la muerte hay un tiempo preciso, precioso, justo para todo, un tiempo para irse como un tiempo para llegar.

Cuando crece el cauce de los acontecimientos y los bordes que contienen el río de la vida parecen disolverse, ese Maestro, esa Maestra, suele hablarnos fuerte, convocando decisión y acción liberadora. El Maestro habla de forma veraz desde y para el corazón. El mensaje es diáfano en mayor silencio, y esquivo o brumoso, incluso doloroso, cuando vivimos sin tregua ni tiempo para escucharlo.

Esta es pues una invitación para trascender el ideal de hacernos Maestros en un día y asumir la vida entera como escuela y maestría. 

¿Que si podrás pasar los alineamientos Reiki a otras personas y sintonizarlas para ser un canal de la energía sanadora?

Sí, siempre y cuando sea tu deseo y voluntad acompañar a otros a ser individuos, a hacerse cargo de un potencial innato y que como todo potencial tiene formas únicas de expresión, con acciones y consecuencias únicas de sanación, no siempre entendibles para la personalidad o la razón.

¿Que si en algún momento puedes dedicarte a enseñar el Reiki a otros?

Sí, si es tu deseo y voluntad abrir ese portal de acompañamiento sabiendo que cada persona o grupo, sea este grande o pequeño, implicará un encuentro de profundo aprendizaje, en el cual la humildad ante los saberes y sentires de cada quién, permitirá que la energía del REIKI en sí revele su mayor propósito, el propósito que el Amor universal y su poder organizador tiene para cada quien.

Será tu responsabilidad diseñar tus propias memorias, entender que el REIKI como sistema está vivo y que conversa con múltiples prácticas de autoconocimiento y formas terapéuticas, como lo son la psicología, las prácticas de manos y bioenergía, el yoga, el poder sanador del sonido, la gemoterapia y la aromaterapia, y será tu responsabilidad decantar de qué modo respetuoso y claro deseas compartir esta información, reconociendo SIEMPRE sus orígenes y tradiciones.

¿Qué pasa si no deseo iniciar a otras personas?

Aunque nunca hagas un alineamiento a otra persona, o nunca dictes un curso de Reiki, o lo hayas dictado y un día no vuelvas a hacerlo, el Reiki opera como un sistema vivo en ti y  a través de ti, su asistencia a partir del Nivel III se hace aún más perceptible y notoria, del mismo modo, tu capacidad para aceptar los cambios en ti y en tu entorno, así como tu potencial para generarlos aumenta, siempre en relación con el propósito de tu alma.

Así que en lo particular tengo una premisa: “Todo iniciado como todo ser humano, siempre está iniciando y terminando algo en su vida, con la diferencia de que éste tiene la posibilidad de VER y SER consciente de ello, lo que le permite ampliar el espectro de su VISIÓN y su ACCIÓN transformadora en su existencia, ampliar su CONSCIENCIA de lo que le acontece”.

Formar a otros en la técnica del Reiki y servir de canales para esta labor, es algo que corresponde al plan y misión del ser, no se obliga ni se fuerza, se da. Implica un continuo aprender y desaprender del cuerpo y sus lenguajes, del alma y del espíritu como una fuerza mayor que rige desde un orden profundo la existencia. Aprender y desaprender de las rutinas de vida y relación, del cambio como constante. Aprender y desaprender, de la alimentación más que del cuerpo de la red mental y sus efectos inconscientes de repetición. Acompañar a otros a través del Reiki, es un camino que nos invita a romper los propios esquemas, a atendernos y cuidarnos en todos los niveles para favorecer el cuidado en otros.

A disfrutarnos tras dolernos para volvernos a disfrutar, mientras experimentamos el sabor de lo que permanece, de lo eterno en cada pálpito vital. Por último, La Maestría Reiki como el Reiki mismo, no es un camino a la santidad, ni a la felicidad, es un camino a la humanidad, más plena y viva, más consciente y fluida.

Ana Lucia Acosta Bedoya
Maestra y Terapeuta Reiki 




martes, 19 de julio de 2016

¿Te llamas a ti misma Bipolar? Sobre LA DOBLE NATURALEZA DEL ALMA.


Foto: Ana Lucia - Artesanía, representación mítica de la Diosa, de Cuenca - Ecuador. 

Cómo nos nombra la cultura ...

Hemos construido culturalmente una imagen de lo femenino y las expresiones de nuestra alma bajo la óptica de una contradicción insana, quizá detrás del “¿quién entiende a las mujeres?” hay más una incapacidad cultural y cotidiana para entender las formas de la psique. Abusar de la expresión bipolaridad cuando hablamos de la salud mental femenina, incluso de la salud anímica de los hombres, es reducir la vastedad del mundo emocional a una palabra cuyo significado obedece a unas condiciones y características clínicas muy específicas. ¿Cómo nos nombramos ante la crisis y en medio de ella? ¿Cómo apreciamos o despreciamos nuestras formas, contornos y fondos anímicos?

Mi propósito no es entrar en disquisiciones del orden de la psiquiatría, simplemente quiero compartir  una reflexión a la luz de lo que veo en mi consulta Reiki y en mi propia vida a partir del bello cuento MANAWEE, que la Dra. en Estudios Culturales y Psicología Clínica Clarissa Pinkola relata en su libro Mujeres que Corren con los lobos, para hablar de la Doble naturaleza de las mujeres  y yo diría más ampliamente: la doble naturaleza del ALMA.

En dicho cuento de origen afroamericano,  “un hombre llamado Manawee, fue a cortejar a dos hermanas gemelas, pero el padre dijo: No podrás casarte con ellas hasta que no adivines sus nombres”[i]

Habrá quien desee dos mujeres a la vez, no se le juzga, desde lo étnico existen culturas poligámicas abiertamente reconocidas o muy mal disimuladas como la nuestra, pero el cuento no va sobre estos "permisos", los alcances del relato son más profundos.

La imagen de las gemelas alude aquí a una premisa colectiva, inconsciente, presente de algún modo en nuestra historia humana y es: “el misterio de las dos poderosas fuerzas femeninas que anidan en el interior de cada mujer”.  La proeza de adivinar el nombre de las jóvenes doncellas sólo es posible para Manawee a través de su perro, quien sigiloso, instintivo-intuitivo, logra escuchar en distintas ocasiones el nombre de las hermanas, y es quién logra comunicarlo a su amo, no sin antes pasar por una serie de obstáculos y distracciones “apetitosas” que le hacen olvidar por momentos su propósito. Finalmente, el fiero, persistente y audaz sabueso, decide concentrarse en su objetivo y logra llegar con los nombres cantantes y sonantes hasta donde Manawee, quién finalmente logra la autorización para desposar a las gemelas.

                 “Cualquiera que se acerque a una mujer se encuentra de hecho en presencia de dos mujeres, un ser exterior y una criatura interior, una que vive en el mundo de arriba y otra que vive en otro mundo no tan fácilmente visible. El ser exterior vive a la luz del día y es fácilmente observable. Suele ser pragmático, aculturado y muy humano. En cambio, la criatura interior suele emerger a la superficie desde muy lejos, a menudo aparece y desaparece rápidamente, pero siempre deja a su espalda una sensación de algo sorprendente, original y sabio”[ii] o incluso irracional o atemorizante.

“Cuando una mujer esconde o favorece demasiado una de sus facetas, vive una existencia desequilibrada que le impide el acceso a todo su poder… Hay que desarrollar ambas facetas”[iii] Y esto aplicaría no sólo para nosotras, también para los hombres y sus formas al amar, al vivir, al integrar sus  aspectos más racionales con aquellos más intuitivos, por ejemplo.

La reconexión con el instinto y el poder de DOS.

   Ilustración - Ignacio Serrano

El hombre que logra casarse con estas dos gemelas en este relato es un hombre que reconoce a su vez su naturaleza dual, no es aquel que vía la razón, el artilugio y el control logra “desvelar” el misterio de las gemelas para poseerlas, es quién a través de su animal de compañía,  el leal sabueso del instinto y la intuición, permite la consolidación de una tarea que busca integrar algo en él, y algo en el encuentro con ellas, un matrimonio mucho más duradero y profundo que un casamiento cualquiera.

Reconocer la doble naturaleza del alma, en hombres y mujeres nos ayuda a salir de las búsquedas falaces AFUERA de algo que merece ser integrado y conciliado ADENTRO.  Lo gemelar, la imagen de las gemelas, tiene ecos profundos en nuestro inconsciente colectivo, se extiende en distorsión a veces al ideal de la “media naranja”, “el alma gemela” y/o “la otra mitad”. Sin embargo, esto no es vano romanticismo.

“El poder de DOS es muy fuerte, por lo que no debe descuidarse ninguna de las dos facetas de la dualidad. Se las tiene que alimentar por igual, pues ambas aportan un misterioso poder al individuo”[iv], algo que palpita en esos aspectos contrastados de nuestros estados anímicos y la necesidad de interactuar fluidamente con ellos.

          “La paradoja de la doble naturaleza de las mujeres consiste en que, cuando una de ellas se muestra sentimentalmente más fría, la otra es más ardiente. Cuando una mantiene unas relaciones más intensas y enriquecedoras, la otra puede mostrarse ligeramente glacial. A menudo una de ellas es más feliz y elástica mientras la otra anhela “no sé qué”. Una puede estar contenta y la otra puede experimentar una agridulce nostalgia. Estas “dos mujeres en una” son unos elementos separados pero unidos que se combinan en la psique de mil maneras distintas”[v]

Y pueden ser altamente creativas, mientras no se proyecte afuera, en otro u otra el carácter de complementariedad que sólo es posible obtener a través del encuentro íntimo con la capacidad de NOMBRAR y ABRAZAR esa doble naturaleza de la vida misma. Pues al compás de la vida la muerte hace su danza y viceversa y lo que la doble naturaleza del alma femenina expresa no es más que el equilibrio que surge de los contrastes vitales que dan lugar a una tercera dimensión o fruto, un entendimiento que sirve de puente entre esos aspectos disímiles que son en realidad dinámicos y esenciales para la transformación, para la creación del algo nuevo, para la VIDA.

Un día, conoceremos nuestros nombres

Tomada del blog:  An image can tell a whole story -by Lis Gl. 

  “Un día existirá la muchacha y la mujer cuyo nombre no signifique meramente una oposición a lo masculino, sino algo por sí, algo que no se piense como un completamiento y un límite, sino sólo vida y existencia: la persona femenina.
               Este progreso transformará la experiencia del amor, que ahora está llena de error … la cambiará desde la base, convirtiéndola en una relación que se entienda de persona a persona, no ya de hombre a mujer. Y este amor más humano (que se cumplirá con infinita discreción y silencio, y con bondad y claridad, en el atar y desatar) se parecerá a aquel que preparamos combativa y laboriosamente, el amor que consiste en que dos soledades se defiendan mutuamente, se delimiten y se rindan homenaje” [vi]

Una chica de 23 años me preguntó bastante preocupada en cierta ocasión, si ella no sería bipolar pues muchas veces se veía a sí misma conciliadora y amorosa en medio de los conflictos en la comunicación con su pareja y a su vez  notaba como al instante, se ponía  furiosa y con deseos de irse muy muy lejos dónde “nadie supiera de ella”. ¿De dónde viene esa idea de qué algo anda mal con nosotras cuando nos reconocemos cambiantes o en dualidad? La necesidad de pedir permiso para silenciarnos, retraernos, para "ir abajo" y salir del "top 5" del control, anula la riqueza que existe en la naturaleza cambiante y contrastada del alma femenina, del alma humana.

Ana Lucia Acosta B.
Maestra - Terapeuta REIKI





[i] PINKOLA, Clarissa, Mujeres que corren con los lobos. Barcelona. Ed B Zeta Bolsillo. 1995 p.162
[ii] Ibid., p.166
[iii] Ibid., p.166
[iv] Ibid., p.167
[v] Ibid., p.166
[vi] RILKE, Rainer María. Cartas a un joven poeta.Madrid. Ed. Alianza Editorial. 1994. pag 75 – 76.