Cuando en nuestras vidas de maniobrar se trata, esta realidad nos muestra múltiples caminos. El Reiki nos señala uno, profundo, grato y sencillo, uno donde tus manos se disponen para obrar en tu realidad, y en la de los demás, con el impulso sabio y sereno de tu corazón.
La medicina del presente, un néctar que fluye detrás de cada nivel de Reiki
Conforme el sanador Reiki avanza en su proceso, decanta y asimila con mayor claridad, el poder curativo innato en la acción del pensamiento y del sentimiento, asiste al descubrimiento del impacto de la intención.
Sin embargo, hablando de maniobras, esto de la intención es todo un arte, intentar sin ponerse "in - tensión", es sólo posible desde un lugar recóndito e inocente, desde un lugar femenino del alma, posible en hombres y mujeres, el lugar de esperar sin esperar, el lugar del amor, nuestro corazón.
En la imposición de manos directa como a distancia, posibilidad que nos ofrece el Nivel II y Nivel III de Reiki, la labor del sanador, como canal, va depurándose de ansiedades y esfuerzos, para comprender que no es necesario sobrecargar ese sutil deseo, anhelo, propósito de SANACIÓN, con ningún tipo de tensión. Y que poseer una intención clara de sanar, es actuar en correspondencia con una VOLUNTAD que anida en la UNIDAD, en donde ni el EGO, ni por lo tanto ningún tipo de esfuerzo o sobrecarga opera.
Cuando hablo de la UNIDAD, palabra grandilocuente de antemano, hacemos alusión a algo bastante simple en sí mismo, y es "aquello que no se divide". El propósito de la intención sanadora trasciende los esquemas espacio-temporales y puede actuar bajo el nivel unitario del tiempo, en donde "pasado-presente-futuro" conforman una misma dimensión. No es lo que va a ocurrir, sino lo que está ocurriendo, en el instante mismo en el que el propósito de quién busca un soporte, un apoyo, y aquel que lo ofrece, se encuentran, y a través de ese encuentro la fuerza UNA es convocada y nos asiste. Esa fuerza UNA, entendida como la vida poder, el amor universal, Dios, como queramos llamarla.
Al llegar al segundo nivel de Reiki las personas se acercan a la ancestralidad de los símbolos del Reiki, símbolos que estuvieron en clausura durante siglos, diseminados en las sagradas escrituras tibetanas, y que fueron reconocidos por el Maestro Mikao Usui, al parecer no sólo en su proceso de meditación e iniciación, de forma espontánea, sino también en los textos de antiguos SUTRAS, fórmulas sagradas en sánscrito.
Durante mucho tiempo, la escuela Tradicional del Reiki quizó mantenerlos en secreto, como bien lo narra la gran divulgadora y promotora del Reiki, la Maestra norteamericana Diane Stein, pues se emulaba su carácter sagrado con esa necesidad de ocultarlos. Hoy sabemos que son llaves que activan esa posibilidad de transmisión de la energía, a través de la imposición de manos, más allá de las barreras físicas, potenciados de manera especial vía la intención, la visualización y la imaginación durante sencillos procesos meditativos.
En el libro: "El Reiki esencial" de Diane Stein, la autora menciona, como mediante una de canalización de Suzanne Wagner, ella pudo saber que hubo en otros tiempos trescienteos símbolos Reiki, de los cuales veintidos se usaban con asiduidad, de ellos quedan en total cinco en Reiki II y III, si bien estos cinco símbolos componen un sistema bellamente unificado. Se dice que los demás se conservan todavía en el Tibet en las bibliotecas de antiguas lamaserías. Hoy por hoy, como sabemos, el Tibet vive un proceso de aculturación tras la invasión China y sin embargo, muchos monjes que consiguieron huir a la India, son quienes han facilitaron información adicional. De ah,í el valor para la humanidad, del acto de la maestra Diane Stein, de llevar a la imprenta tales símbolos en la publicación de su libro hace ya varias décadas..
La iniciación en el segundo nivel, invita al reikista a soltar cualquier tipo de lastre intelectual y emocional frente al origen mismo de los símbolos y la claridad con la que hoy día podamos trazarlos. Los símbolos son en sí mismos la materialización en forma y sonido, de una vibración pura e inteligente que sólo puede ser usada con un propósito creativo. Es por esto que su mayor potencia consiste en centrarse en el presente del trazo o la imagen, con una mirada desprevenida, como un niño que garabatea una intención, sin tensión, como una de las formas más gratas de acercarse a un poder sanador que UNIFICA mente-corazón, tiempo-espacio, pasado/presente/futuro.
La posibilidad de enviar Reiki a distancia que nos ofrece el segundo nivel, nos permite entender como ese deseo de "enviar luz" "mandar amor" "orar por el otro" se convierte en un acto de contundencia sanadora, cuando reconocemos que para la intención de sanación no existen limites tridimensionales, sólo dinámicas de correspondencia de acuerdo al proceso individual, y de libre albedrío del que recibe tal energía.
El Reiki a distancia (HON SHA ZE SHO NEN) por eso opera también en el proceso puntual de llevar luz y nuevos códigos de amor, hacia esas improntas de dolor, vacío o miedo, ancladas en eventos pasados, conocidos o por conocer, conscientes o inconscientes. De nuevo, el poder UNIFICADOR, del corazón, ese gran comunicador entre el espíritu que usa como puente al alma, como una totalidad, y la mente consciente, como sus ojos, facilita el proceso de integración que requiere cualquier tipo de sanación física y/o emocional.
Es por tanto necesario volver a jugar, imaginar, visualizar, el "hacer como si" que lejos de ser un acto de negación o evasión, después de un proceso de elaboración y desintoxicación emocional (SEI HE KI), facilita la concreción de una nueva mirada, un nuevo registro, una nueva percepción consciente (HON SHA ZE SHO NEN) y luminosa de un evento doloroso.
Desde el presente, en fluidez con el torrente de energía que cada acontecimiento posee, atentos a lo que está allí, silencioso, cifrado tras el anhelo de una transformación, encriptado en un dolor crónico, físico o del estado anímico, hallaremos con mayor facilidad el mensaje de una oportunidad única de sanación, una SANA-ACCIÓN que unifica en una misma dimensión el poder de la mente y el corazón. En flujo permanente, para el poder sanador de la vida misma, todo momento es: PRESENTE.
Ana Lucia Acosta Bedoya.
Maestra y Terapeuta Reiki - AYMALUZ
Comunicadora social - periodista U. de A.
Master en Derechos Humanos U. de Alcalá - Madrid.
Doula - Org. Doula Caribe
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